POEMAS
Por Carlos Arrellano
LOS OJOS DEL TORO
Mírele los ojos al toro.
Piense en lo que está sintiendo,
en su mudez pidiéndo,
que cese el suplicio,
que lo retornen a sus campos,
que no lo vayan a matar,
que aún le queda vida,
mañanas de pastoreo
y atardeceres para ver,
que no le claven banderillas
en la cerviz,
que eso le causa dolor.
Por favor,
mírenle los ojos al toro.
Carlos Arellano, 1991
LOS LABIOS
Los labios ya no
se pierden en las palabras
vanas
quieren los labios
el ensoñado beso
sueñan los labios
en recorridos rojos
no tengo labios
si no me besas.
Carlos Arellano, 1999